Gusten o no los museos, casi podemos asegurar que la visita al
Museo Massó no dejará indiferente a ningún visitante, si vives en
Galicia o estás de paso, te aconsejamos que al menos le dediques un par de horas a recorrer el lugar, ya que mucho tiene que enseñar sobre el desarrollo económico de esta precisa zona de nuestra región, lo que ayudará a que te hagas una idea de la importancia que tuvo la
industria creada alrededor del pescado y también de los importantes pasos que se dieron en este sector con respecto al
diseño gráfico.
El nombre de la
familia Massó quedará siempre vinculado al desarrollo de esta industria. Llegaron como muchos otros a
Galicia desde Cataluña en el siglo XIX, para instalar en la costa gallega
fábricas de salazón de pescado.
Bueu fue uno de los lugares elegidos para la construcción de su primera fábrica de salazón alrededor de 1816, fábrica que en unos años se transformó en
conservera, para ello contaron con la ayuda de socios franceses, lo que resulto en parte un lastre para la
formación de un mercado propio en el extranjero, a pesar de que la materia prima y transformación de la
misma correspondía a los gallegos.