BAIONA, castillos, fortalezas, carabelas, gastronomía y mucho mar.

Bayona (Baiona) es conocida entre otras cosas, por ser el primer puerto de Europa en recibir las primeras nuevas sobre el Descubrimiento de América, ya que el 1 de marzo de 1493 llegó a puerto la carabela Pinta procedente de las Américas. 

Son muchas y muy interesantes las historias que se sucedieron a lo largo del tiempo alrededor de esta Villa Marinera, atacada con crueldad por españoles, franceses y corsarios ingleses, pero que sin embargo ha conseguido mantener su belleza y consolidar su merecida reputación como lugar turístico de excelencia en las Rías Baixas, en parte impulsado por la reconstrucción del actual Parador y a su privilegiado posicionamiento de cara al Océano Atlántico.

En el puerto se encuentra todavía la réplica de la carabela Pinta, su interior da cobijo a un pequeño museo colombino, donde el visitante podrá contemplar además de una copia exacta de la carabela, el modo de vida de los indígenas y cristianos de aquella época.

La fortaleza de Monterreal fue residencia del Conde de Gondomar en siglo XVIII, hoy, después de varias reformas que pueden gustar más o menos, es desde 1966 uno de los Paradores de Turismo de España más atractivos para el turista, tanto los que pernoctan en él como para los que acceden a sus instalaciones para deleitarse con el edificio y sus vistas.

Cada año, durante el primer fin de semana de marzo la ciudad se viste de fiesta para celebrar La Arribada, una fiesta de interés turístico en la que se conmemora la llegada de la Carabela Pinta de tierras americanas. Meigas, hechiceras, malabaristas, zancudos y un largo etcétera de personajes se disfrazan otorgando a la celebración un encanto muy especial.

Baiona es también de sobra conocida por las regatas que a lo largo del año se celebran en su costa, todo un ejemplo de fomento del turismo náutico, lo que aporta a las Rías Baixas el reconocimiento del turismo internacional vinculado a este tipo de deporte. Una de las regatas más relevantes es Trofeo Príncipe de Asturias.

Como buena Villa Marinera Gallega, su gastronomía es de merecida mención, recorrer sus calles de bar en bar, para deleitarse con un buen tapeo a base de producto local del mar, es quizás uno de los mayores placeres para el visitante.

Otro monumento que no se debe dejar de visitar es el de la Virgen de la Roca (Virxe da Roca), situado estratégicamente en la cima del monte Sansón. La imagen, construida en granito por el arquitecto Antonio Palacios es digna de admiración y el lugar perfecto desde el cual poder contemplar unas vistas espectaculares de la villa.

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